Época: UnidadGrecia
Inicio: Año 346 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
Intervención de Filipo en Grecia



Comentario

En el año 346, Filipo volvió a presentarse en las Termópilas en apoyo de los beocios para finalizar la guerra sagrada. Los focidios volvieron a recibir el apoyo de espartanos y atenienses, pero no hubo una resistencia real. La situación en Atenas llegó a ser especialmente confusa y las circunstancias variaban a gran velocidad. Las mismas personas cambiaban de actitud de manera inesperada: los que promovían la resistencia se hicieron pronto partidarios de llegar a acuerdos con el rey macedónico. Éste fue el caso de Eubulo, pero Demóstenes, que lo acusaba de defender la postura de los ricos por el hecho de buscar la prosperidad en la paz, participó después, junto con Esquines, en la embajada que fue a tratar la paz con Filipo. También iba Filócrates, autor de la propuesta, que dio nombre a la paz resultante de las conversaciones que tuvieron lugar en Pela. Luego, Filócrates sería acusado de traición y condenado al exilio. Demóstenes también acusó a Esquines en su discurso "Sobre la embajada infiel". Es el momento del máximo enfrentamiento entre los dos oradores, representantes de posturas contrapuestas en lo referente a las actitudes que podían tomarse ante los macedonios, aunque ambos pretendieran a su manera preservar la autonomía de la polis. Las acusaciones se basaban en que se habían dejado pasar cláusulas por las que no se reconocían las alianzas atenienses en Tracia ni con los focidios, e incluso se permitía a Filipo que atacara a estos últimos. Esparta, por otra parte, quedaría excluida de la Anfictionía. De hecho resultaba el final de los focidios como ente independiente y el reconocimiento de la hegemonía de Filipo.
Ésta última tenía otra vertiente perteneciente al plano de la ideología. Filipo adquiere la promantia en Delfos, el derecho preferente en la consulta de los oráculos, y ejerce la presidencia en los siguientes juegos Píticos, a los que los atenienses se negaron a acudir. El dominio en este plano era por tanto comparable al conseguido en el aspecto militar. La nueva situación de paz es comparable a una koiné eirene, similar a las que se realizaban bajo el patrocinio del rey de los persas, sustituido ahora por Filipo en este papel, lo que dará lugar a ciertas ambigüedades acerca de cuál de las dos dependencias es preferible y cuál puede ser más despótica, la de los persas o la de los macedonios.

En Atenas, el pacto que llevó la embajada se reveló inmediatamente muy frágil, lo que ya se había notado en la falta de aceptación de la hegemonía ideológica de Filipo tal como se había manifestado en Delfos. En el interior, proliferan las condenas. Hipérides, acusador de Filócrates, reemplaza a Esquines en el consejo anfictiónico, lo que significaba dar un papel importante y representativo a un personaje que se revelaba como abiertamente contrario a los acuerdos con Filipo. Con él y con Demóstenes, se emprende una campaña popular de asentamientos de cleruquías en el Quersoneso, del establecimiento del impuesto militar llamado stratiotiká, destinado a reforzar los ejércitos para fortalecer la resistencia, de condenas a privación de la ciudadanía y confiscación de bienes a los ricos que se oponían a tales medidas. Fue el momento de mayor éxito popular de la política propugnada por Demóstenes.